sábado, 21 de febrero de 2009

Viktor Frankl: El sentido de la existencia sufriente


Comentarios sobre El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl (1946)

LOGOTERAPIA: VIKTOR FRANKL


Cómo aceptar que la vida sea digna de ser vivida, a pesar de todo lo adverso que hay en ella, es el tema central del existencialismo. Víktor Frankl afirma que vivir es aceptar con dignidad el desafío que plantea la vida, con su carga de adversidad, y sobrevivir es hallar el sentido de ese sufrimiento.

¿Qué es el hombre, entonces? El ser humano es alguien inevitablemente afectado por su entorno. Sin embargo, el hombre tiene una cierta capacidad de elección, ya que puede conservar un vestigio de libertad espiritual, de independencia mental, incluso cuando se encuentra en circunstancias terribles de tensión psíquica y física. Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino.

Aun cuando parezca que las circunstancias son más fuertes, siempre hay ocasiones para elegir si uno va a ser o no juguete de dichas circunstancias, renunciando a la libertad y a la dignidad. Es esta libertad espiritual, que no se nos puede arrebatar lo que hace que la vida tenga sentido y propósito.

El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga su cruz, le da muchas oportunidades —incluso bajo las peores de las adversidades— para dar a su vida un sentido más profundo. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad.O bien, en la dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco más que un animal. Una situación difícil puede proporcionarle la oportunidad de hacer méritos en el camino de la superación.

En todas partes, el hombre se enfrenta a su destino y puede conseguir algo por vía del sufrimiento. Muchas veces es precisamente una situación externa excepcionalmente difícil lo que da al hombre la posibilidad de crecer espiritualmente más allá de sí mismo. La realidad cotidiana representa una oportunidad y un desafío: o bien se puede convertir la experiencia en victoria, la vida en un triunfo interno, o bien se puede ignorar el desafío y limitarse a vegetar.

¿Qué es, en definitiva, vivir? Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que se nos platean y cumplir las tareas que la vida nos asigna continuamente. "Vida" no significa algo vado, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de cada hombre, distinto y único.

La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una racionalización secundaria de sus impulsos, de sus instintos. Sentido no es algo que nace de la propia existencia, sino algo que hace frente a la existencia.

El hombre es una criatura responsable y debe aprehender el sentido potencial de su vida. Lo que se le pide al hombre no es, como en el caso de otros filósofos existenciales, que soporte la insensatez del mundo, de la vida, sino más bien que asuma racionalmente su propia capacidad para aprehender toda la sensatez incondicional de esa vida.

Cada época tiene su propia neurosis colectiva, es cierto. El vacío existencial, neurosis masiva de este tiempo según Frankl, puede develarse como una forma privada y personal de nihilismo, que se traduce a veces en la aseveración de que todo se ha perdido o carece de significación. Es cierto también que cada ser humano es un ser finito, y su libertad está restringida. No se trata, entonces, de liberarse de las condiciones que imponen las circunstancias del mundo, se trata de tomar una postura ante esas condiciones. La libertad, en definitiva, es la capacidad de la existencia humana para elevarse por encima de esas condiciones y trascenderlas.

En definitiva, el ser humano no es una cosa más entre otras cosas: las cosas se determinan unas a otras, pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser, dentro de los límites de sus facultades y de su entorno, lo tiene que hacer por y para sí mismo. ¿Qué es el hombre, para Frankl? Es el ser que siempre decide lo que es, en medio y a pesar de, las circunstancias. Y lo aclara con una imagen de su propia experiencia: el hombre es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración.

por: Viktor Frankl

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"Miré a la muerte y fue un infierno", ENTREVISTA CON HIROSHI TASAKA, PENSADOR SOCIAL



Publica el libro 'Encuentra tu cumbre', en el que asegura que lo más importante para ser feliz es encontrar un ideal y hacer lo posible para realizarlo.

Teóricamente, usted tendría que estar muerto.
- Pues sí. Hace unos 25 años un médico pronosticó que mi vida sería corta. "Te quedan pocos meses de vida", me dijo. Y eso cambió mi existencia, fue un punto de inflexión. Puede que aquel episodio sea el trasfondo de mi libro.

- En el primer párrafo dice que debemos pensar más en la muerte.
- Todos vamos a morir, pero nadie sabe cuándo va a morir. Y evitamos mirar la realidad de la muerte. A mí me pasaba lo mismo, hasta que el doctor me dijo que mi vida no sería muy larga. Miré a la muerte, y fue un infierno. Pero, luchando con esa realidad durante un par de meses, encontré el sentido de la muerte. Y pasó algo muy especial durante este proceso.

- ¿Qué pasó, además de la condena a muerte?
- Mi amigo íntimo murió en un accidente de tráfico. Hacía pocas semanas, cuando el doctor me anunció que me quedaba poco tiempo de vida, yo envidié mucho a mi amigo: él viviría más que yo, porque estaba sano. Pero no fue así. Incluso una persona joven y sana puede morir mañana. O sea, solo tenemos el hoy.

- ¿En qué le cambió aquella experiencia?
--Cambió radicalmente mi estilo de vida. Antes cada día me preocupaba por el futuro, o me recreaba demasiado en el pasado. No vivía el ahora.

- ¿Qué milagro sucedió para que sobreviviese?
- Tenía un cáncer. Mi médico era tan pesimista sobre mi futuro que no fui a otro doctor, porque su pronóstico habría sido el mismo. Me fui a un monasterio budista zen. Mi estado era de profunda infelicidad. En el templo fui a ver al maestro, le conté mi enfermedad y lo que el doctor me había dicho. Yo esperaba unas palabras de consuelo, pero el maestro fue muy severo, aunque amable.

- ¿Qué le dijo?
- "De acuerdo, vas a vivir hasta que te mueras". Fue un mensaje muy poderoso para mi mente y mi alma. Pensé que tenía razón. El doctor ya casi me había hecho morir, mi mente ya había muerto, y el mensaje del maestro me despertó. Y pensé: "Como no muero en este momento, voy a vivir mejor hasta el último momento de mi vida". Y esta es la razón por la que aún estoy aquí.

- Afirma que todas las situaciones tienen algo bueno porque nos ayudan a crecer.
- La vida está llena de acontecimientos dolorosos, pero lo importante es nuestra actitud mental. Lo importante no es lo que pasa en nuestra vida, sino cómo yo lo transformo en sentido. Todo lo que pasa en tu vida tiene un buen sentido, te lo creas o no. Este es el mensaje absoluto, sin discusión, del budismo zen.

- Si ahora le dijera que le queda un minuto de vida... ¿qué haría?
- Diría: "Gracias por todo. Gracias por este día tan largo, un día de 57 años de vida. Ha sido un día bonito. Gracias incluso por lo doloroso. Lo he apreciado todo".

- Dice que la vida es como escalar una montaña, y que lo más importante es tener un ideal.
- Para mí un ideal no es un objetivo que debe ser conseguido, sino que se trata de tener un sueño o misión. El propósito último de la vida es vivir lo mejor que puedas en cada momento. Para conseguirlo, lo mejor es abrazar un ideal o un sueño.

- ¿Sin ego?
- Nuestra vida muchas veces está dirigida por el pequeño ego. Se trata de extender este ego y hacerlo mayor, pensado en la comunidad. Sigues teniendo ego, pero es más grande. En el budismo zen, el maestro no te dice que abandones tu ego, porque sabe que es imposible. Pero haz crecer tu ego en el sentido más amplio. La madre Teresa tenía ego, pero su ego era muy grande, para abrazar a la humanidad.

- ¿Por qué no se quedó en el monasterio?
--El fin último no es ir a un templo zen, sino practicar el zen cotidianamente, en este momento. Apreciar cada encuentro y cada cosa que sucede en tu vida. Un suceso de hoy te puede hacer infeliz, pero mañana te puedes recuperar y pensar que aquella experiencia tuvo un sentido.

- ¿En Barcelona ha visto mucha gente que vive el instante?
- La gente de aquí parece disfrutar de la vida cotidiana, pero no sé si mi percepción es la correcta. En Japón, a causa de la crisis económica, la gente mira mucho hacia su interior y su pequeño mundo. Aquí se ve a la gente con más alegría. Lo que no sé es la profundidad de este estado en vuestras mentes.

- Bueno, es difícil generalizar...
- Sois más epicúreos, en general. En el budismo zen decimos: "Vive ahora y dale intensidad al hoy".

- Pero en Japón cada vez están más occidentalizados.
- Este es el problema. Tenemos grandes tradiciones religiosas que están completamente olvidadas.

Hiroshi Tasaka, uno de los pensadores sociales más importantes de Japón, plantea que el gran problema actual es la consecución de la felicidad en todos los aspectos de la vida. El hombre actual no es feliz y busca los medios para alcanzar la felicidad. A través de cinco historias, Tasaka da las claves para tener una vida más plena y con significado. Lo más importante para él es abrazar un ideal e intentar realizarlo, con la mira puestas en el futuro, pero sin dejar de tener los pies en la tierra del presente. El objetivo es alcanzar esa cumbre, ese ideal realizado, pero lo más importante es el camino, la escalada de la montaña de la vida. El autor plantea las preguntas y da las claves para que cada lector encuentre sus respuestas, de manera que no da recetas aplicables para todo el mundo. Se trata de un libro para reflexionar.

Hiroshi Tasaka es licenciado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tokio y en 1981 obtuvo el doctorado en ingeniería nuclear por la misma universidad. Desde 1987 trabaja como investigador invitado en el Batelle Memorial Institute y en los Pacific Northwest Nacional Laboratorios en los Estados Unidos. En 1990 fundó el Instituto de Investigación Japonés. En el año 2000 se convirtió en profesor de la Univerdad Tama en Tokio y fundó el Thintank SophiaBank, un banco de ideas que promociona y apoya a emprendedores sociales y propone nuevas visiones, políticas y estrategias para fomentar la innovación y el cambio en la sociedad global. En 2003, profundizó en este campo con el establecimiento del Foro Social de Emprendedores en Japón (JSEF, en sus siglas en inglés) para promover la colaboración entre los emprendedores sociales en Japón. En 2006 lanzó la emisora de radio SophiaBank en Internet, que es la primera emisora creado por un banco de ideas en Japón.

Tasaka es un filósofo que ha planteado un amplio abanico de ideas y teorías: filosofía de vida y trabajo, de gestión y empresarial; estrategias corporativas e industriales, políticas sociales y gubernamentales, una visión de la revolución de Internet y de la sociedad del conocimiento, y también sobre el cambio de paradigma del conocimiento en la sociedad humana. Es autor de más de cuarenta libros.

La paradoja de la sociedad del conocimiento - Hiroshi Tasaka