sábado, 29 de noviembre de 2008

Hoy no compro nada - 'Buy Nothing Day'



El empleado de una tienda en rebajas muere pisoteado en el 'Día de no consumo' en EE UU

Una estampida de consumidores ávidos por hincarle el diente a las rebajas en el estado de Nueva York ha causado la muerte este viernes a un dependiente de los grandes almacenes Wal-Mart. El hombre, de 34 años, pereció pisoteado a las cinco de la mañana, después de que un millar de personas arrancara las puertas de un comercio donde hoy, al igual que en todo Estados Unidos, se inauguraba la temporada de rebajas en medio de la peor crisis del último siglo.

Pero son excesos tan escalofriantes como éste los que parecen cargar de razón a los organizadores del Buy Nothing Day (Día de no comprar) que hoy se abstendrán de gastar dinero como llamada simbólica hacia un cambio de actitud vital. El viernes posterior a Acción de Gracias, día en el que arrancan las rebajas en Estados Unidos, es el escogido anualmente desde mediados de los noventa para invitar a 'la abstinencia'. La convocatoria se traslada a mañana para el resto del planeta.

¿Es posible renunciar durante un día al ir de compras? Se trata de un acto simbólico pero detrás de esta decisión, subyace toda una filosofía que urge a cambiar el mundo. Con las hipotecas y los despidos pisándole los talones a gran parte de la población occidental, este año salir de compras navideñas no será precisamente el deporte más practicado. Pero más allá de la crisis, hay quien piensa que el consumismo desmedido en el que nuestro planeta lleva inmerso desde la mitad del siglo XX no sólo es malo para el bolsillo sino para el planeta y el espíritu. "Este año es particularmente significativo porque la crisis económica es tan grave y afecta directamente a tantos países que la gente está empezando a hacerse preguntas. ¿Es necesario seguir alimentando la cultura del consumo sin límite? ¿Va a poder soportarlo el planeta? Por primera vez parece que el motivo de la crisis ha sido precisamente el exceso de consumo y eso está obligando a la gente a reflexionar" afirma Kalle Lash, director de la revista Adbusters, una publicación canadiense que analiza tendencias desde un punto de vista crítico, obliga a pensar desde perspectivas ecológicas e invita al cambio de actitudes hacia el consumo. Desde Adbusters comenzó a promoverse la convocatoria del Buy Nothing Day en 1994, aunque la iniciativa no partió de la revista sino de un hombre en crisis económica: Ted Dave.

Los orígenes del 'Buy Nothing Day'

Este diseñador gráfico canadiense, en pleno ataque de frustración por el encarecimiento de la vida, empapeló Vancouver en 1992 con carteles convocando al Día de no comprar nada, una idea que se le ocurrió a modo de broma pero cargada de sentido. Su objetivo era invitar al boicott del comercio durante 24 horas "porque todo a nuestro alrededor está concebido para incitarnos a consumir y ya no podía más". Era además una forma de enviar una señal a los popes de la economía, advirtiéndoles de que el verdadero poder económico está en manos de la gente. "La idea de votar con tu dinero es una forma apolítica de buscar soluciones a un problema político" explica Dave en su web.

Dave colaboraba con la revista y su redacción recogió el testigo. "Al principio los seguidores de esta convocatoria eran fundamentalmente ecologistas radicales que consideraban que el exceso de consumo era negativo para el planeta. Pero a finales del milenio se empezó a unir gente con una base más filosófica, ciudadanos saturados por el bombardeo de mensajes destinados a estimular el consumo y que se unieron al Buy Nothing Day para decir 'no puedo más'. Después del 11S adquirió una dimensión más política: los atentados demostraron que las diferencias económicas son demasiado extremas y ya no son sostenibles y eso hizo que más gente se uniera a la convocatoria. Además hay budistas, católicos, cristianos... todas las religiones predican contra la avaricia y la acumulación de bienes materiales así que el mensaje del Buy Nothing Day lo entienden muy bien".



Actualmente la revista Adbusters tiene 'alistados' 80.000 culture jammers (complicadores de cultura) en todo el mundo. "El culture jammer es una persona que entiende que el consumo tiene una parte oscura, que considera que el humor es una parte muy importante para subrayar temas que nos preocupan y que participa activamente en esta convocatoria u otras relacionadas" explica Lash.

La convocatoria
Desde la web de Adbusters se centraliza una convocatoria que extiende sus tentáculos por todo el mundo y que incluye desde flash mobs de gente vestida de zombi ejerciendo de muertos vivientes en supermercados con carritos vacíos a largas colas falsas en cajeros automáticos. En Nueva York uno de los protagonistas de las celebraciones de hoy será el Reverendo Billy, fundador de la Church of Stop Shopping (Iglesia del 'No compre más'), un veterano grupo teatral que mezcla la comedia, la música y la información con el objetivo de concienciar al mundo de la necesidad de buscar alternativas al consumismo actual. Él crítica la invasión de cadenas multinacionales como Starbucks y predica por una vuelta al consumo directo, a una escala más local como única forma de sostenibilidad del planeta.

Sobre él ya se han hecho varios documentales, incluído What would Jesus buy? que produjo Morgan Spurlock, director del célebre documental anti fast-food Super Size Me. El reverendo Billy ha encabezado algunas de las manifestaciones recientes celebradas en Wall Street contra el rescate gubernamental de los bancos estadounidenses en quiebra y hoy invita a bailar gratis a los neoyorquinos en un parque donde repartirá exorcismos para tener una navidad 'libre de deudas'. Más allá de la parte lúdica de su campaña, el reverendo, cuyo verdadero nombre es Bill Talen, no habla en broma: "El rescate de los bancos ha sido como ir a comprar a la fuerza. Han utilizado nuestro dinero pero nosotros no hemos tenido alternativa. Los bancos y empresas han convencido al gobierno de que hay que salvar su economía a toda costa. Pero yo quiero una economía diversificada, donde las cuentas saneadas de una economía local no tengan necesariamente que reflejarse en las cuentas de Wall Street. Ir de compras aumenta el conformismo. Y hoy es importante subrayar que no todos los ciudadanos estamos de acuerdo con esta cultura del gasto". Sin duda, el hombre que pereció hoy bajo la estampida de consumidores de Wal-Mart le daría la razón.

La Red y el Futuro


La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados . . . ¿Más integrados?.
Desde hace más de dos décadas que venimos siendo testigos del impacto en la sociedad, que tienen las Tecnologías de Información y Comunicación, las TICs, al trazar un nuevo horizonte, un verdadero punto de inflexión en la historia de la humanidad y dando lugar, poco a poco, a una nueva sociedad: la Sociedad de la Información. Como una caja de Pandora, todo un universo de implicancias y significados se han abierto ante nosotros. El mundo está cambiando. Como en toda transición, el cuestionamiento y la duda, así como las actitudes optimistas y constructivas han de regir la percepción de los inusitados hechos. Para muchos, débiles pueden ser las argumentaciones a favor de las implicancias revolucionarias de cambios que aún no se han dejado sentir lo suficiente en todos los niveles de la sociedad y la cultura. Es un hecho cierto que las TICs aún no se han generalizado lo suficiente como para poder hablar de una verdadera revolución, con las implicancias universalistas que ello involucra. A pesar de ello, gran parte del libro La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados...¿Más integrados? habla acerca de estas tecnologías y de cómo ellas afectan el escenario cultural que hoy impera, a la vez son consecuencia de él. He decidido asumir el riesgo de aseverar, a lo largo del texto, y con cierto ímpetu provocador, que una nueva sociedad, basada en una forma distinta de concebir la realidad, se entreteje alrededor de Internet y la penetrante conectividad de las TICs.

Es incuestionable que estamos en presencia de una revolución tecnológica. Sin embargo, la aventurada tesis que abraza el libro: La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados...¿Más integrados? consiste en afirmar que una nueva conciencia, una nueva manera de ver la realidad, está emergiendo y que los usos, cada vez más ubicuos, de las TICs contribuyen, como catalizadores, a que esta evolución de la conciencia tenga lugar, extendiendo así, los alcances de tal revolución a todos los planos de la realidad cultural, social e individual. Poco a poco, la alienación del racionalismo moderno tiende a ser sustituido por un nuevo humanismo que no se basa en los valores mercantiles y fortalece una ética renovada de solidaridad y una nueva ciudadanía.

Es innegable que gran parte de la sociedad está sumida en un síndrome profundo, en una inercia espiritual, una suerte de pasividad sin ambición ni creatividad, sin pensamientos intrépidos ni esclarecidos. Imaginarnos como un grupo de víctimas ha sido una señal de que hay un vacío espiritual que clama por ser colmado. Éstos son los síntomas del alma en busca de claridad; sí, de una claridad esencial, pero hasta hoy fue ensombrecida por estructuras mentales heredadas de un pasado moderno que no son fácilmente desarmables porque son las secuelas del darwinismo neoliberal, base filosófica de la modernidad. Efectivamente, se ha dicho que la modernidad supuso no sólo la muerte de lo divino, sino también la desaparición de las diferencias cualitativas, la sustitución de la calidad por la cantidad, la pérdida de los valores y los significados, la fragmentación y alineación de la vida, el materialismo y la angustia existencial, en definitiva, el desencanto del mundo. Es cierto y cabe acotar, que la modernidad trajo consigo aspectos sumamente positivos como la democracia, los ideales de justicia, igualdad y libertad con independencia de credo, raza, clase o religión, la medicina, la química moderna, la biología y su teoría de la evolución, la abolición de la esclavitud y la declaración de los derechos humanos universales y tantos otros aspectos destacables.

Internet y las TICs no son la piedra filosofal, sin embargo estoy convencido que ambos están cambiando radicalmente la naturaleza de la sociedad y la de cada uno. Gracias a ellas, nos encontramos en la doble necesidad de profundizarnos a nosotros mismos y, simultáneamente, de ver más hacia lo que nos rodea ¿Cómo puedo presumir que sé esto? Lo sé porque me está cambiando a mí, lo mismo que a cientos de personas con las que me comunico todas las semanas. Internet, la trama electrónica de las TICs, es una colección de personas únicas. Trataré de expresar, a lo largo del libro: La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados...¿Más integrados?, que el pulso de nuestra cultura está palpitando al ritmo de la Red. Quizás la mejor forma de explicar esto sea relatando mi propia historia. Prefiero no hacerlo para no aburrirlos. El deseo ferviente por conectarnos habla de un anhelo tan intenso y, en cierta forma ancestral, que sólo puede entenderse como algo de naturaleza espiritual. Una nostalgia en nuestro interior revela que nos hace falta algo en la vida. Lo que falta es el sonido de la voz humana. La atracción espiritual de la Red es la promesa y la premisa al retorno de esa voz.

Mucho se ha investigado y escrito con el objetivo de advertir, conceptualizar, comprender y evaluar los cambios en los estilos culturales, en las relaciones sociales y en los sistemas de organización facilitados por las TICs. La bibliografía, mucha de la cual se cita, es vasta y diversa según los enfoques e intereses ideológicos asumidos. Como en todo tema, hay literatura para todos los gustos ya que, la realidad siempre es más rica que cualquier esfuerzo por describirla. Por ello, bien vale la intención de atreverse a realizar osadas proposiciones, como las que intento suministrar a lo largo del libro: La Red y el futuro de las organizaciones. Más conectados...¿Más integrados?; más aún, si en la raíz de estas respira cierto optimismo esperanzador. Creo sinceramente que no podemos minimizar los innumerables aportes que la cultura de la libertad, propia de Internet, está teniendo en la revalorización de las ideas, en su circulación, y en la invención de numerosos procesos culturales y sociales inéditos que están ayudando a crear una nueva sociedad basada, digo yo, en una nueva conciencia. Estoy convencido de que tenemos mucho que decir sobre nuestro futuro y en eso estamos.

Internet es documentos, planillas de cálculo, bases de datos, archivos de música, video y contenidos multimediales de todo tipo: es información y, cada vez más, es Conocimiento. Pero también, Intenet es narrativas, conversaciones, historias, sentidos, memoria acumulada, capital social, comunidad, solidaridad y encuentro. Hay muchas formas de comprender lo que nos empuja hacia la Red: el acceso instantáneo a la información, la conexión y comunicación con otras personas (nuestros semejantes), la participación en comunidades virtuales, la capacidad de poder difundir nuestras ideas. Ninguna de éstas es una perspectiva equivocada; pero todas vuelven a la promesa de una voz y nos ofrece una puerta de acceso a nuestro yo auténtico.

La Red representa un espacio en el cual podemos ser quienes somos (y hasta quienes no somos, si esa es la voz que escogemos tener). Intuyo e intento fundamentar que la Red sencillamente ha liberado un deseo atávico de humanidad: el anhelo de reconectarnos a través del diálogo y la participación en comunidad. En verdad, esa ha sido la constante que ha prevalecido durante nuestra evolución como especie, desde las cavernas y chozas de adobe a los mercados abiertos, desde los pequeños pueblos de puertas abiertas a las naciones más imponentes. La noción de comunidad no viene dada por las posesiones que uno tiene ni por las redes de relaciones que validen una parte de nuestro ser, sino que acontece gracias al ejercicio de la libertad, una libertad que nos plenifica al compartir y al poseernos para darnos al otro. Esta es la base filosófica que sostiene el funcionamiento de la Red. Durante la modernidad, la libertad estaba estrechamente ligada a la autonomía y, en definitiva, a la propiedad. En efecto, es durante esa época en que se consolida la construcción del límite, es decir, los imperativos guiados por cercos, barreras y muros. Hoy vivimos la transición; nuestras búsquedas comienzan a orientarse, más bien hacia el sentido contrario, hacia la inclusión y el acceso, puntos de partida para advertir nuestro impulso en busca de la libertad de la que se alimenta todo el universo de la trama electrónica que se origina con la creación social que significa Internet. Hoy nuestros caminos se expanden gracias la gestación de díadas, ventanas, senderos, puentes y escaleras simbólicas construidas con la materia prima de la que se alimenta la Red: motivación, confianza, reputación, reciprocidad y cooperación.

Andres S.

¿Sabías que?


¿Sabías que?

Sabía Ud. 1/3

BARAKA: un mundo más allá de las palabras


Baraka’ es una antigua palabra sufí que puede traducirse simplemente como “bendición”, “aliento” o “esencia de vida”.Esta película se rodó en cinco continentes, 24 países, incluyendo exteriores en Tanzania, China, Brasil, Japón, Kuwait, Camboya, Irán y Nepal, junto con otros lugares importantes de Estados Unidos y Europa.
Al captar las glorias y calamidades que la naturaleza y el hombre han traído al planeta, Baraka narra la impresionante historia de la tumultuosa interacción entre la Tierra y el Hombre; evitando las palabras, excitando la vista, el oído y la imaginación con un barrido de imágenes y sonidos.

Baraka (Trailer)


Baraka - Part 1 of 10

miércoles, 26 de noviembre de 2008

LA MAFIA MÉDICA


"El sistema sanitario es una verdadera mafia que crea enfermedades y mata por dinero y poder".
GHISLAINE LANCTOT
Entrevista de Laura Jimeno Muñoz a GHISLAINE LANCTOT para la revista Dyscovery Salud.

Quien hace tal afirmación es Ghislaine Lanctôt, la polémica autora del best seller mundial La mafia médica. En él, esta doctora a la que se ha desposeído de su título de Medicina denuncia el actual sistema sanitario y la corrupción que hay tras el mismo, permitida y amparada por médicos y gobiernos en beneficio de las grandes empresas farmacéuticas y en detrimento de los ciudadanos. De ahí que propugne la vuelta a la soberanía individual sobre la salud como forma de acabar con esa mafia.Ghislaine Lanctôt ha ejercido la Medicina durante 27 años. Ahora no ejerce... aunque quisiera. ¿El motivo? Hace ocho años la retiraron la licencia de médico. ¿Por qué? Por publicar La mafia médica (Ed. Vesica Piscis). ¿Y qué contiene ese libro -se preguntará el lector- para que haya provocado tal sanción? Pues -como fácilmente se entiende a juzgar por el título- una descripción exhaustiva del "sistema de enfermedad" -y no sanitario- que actualmente existe. MEDICINA SIGNIFICA NEGOCIO. La autora de La mafia médica acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la que -como ella misma confiesa- estaba convencida de que la Medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para curar cualquier enfermedad. Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse.- ¿Por qué esa decepción?- Porque empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar. Por ejemplo, que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial. Además en aquella época entré en contacto con varios "terapeutas suaves" -es decir, practicantes de terapias no agresivas- que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.- Y supongo que empezó a preguntarse por qué en la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas.- Así es. Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el "comité científico" organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Si hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto.

Y eso fue clarificador para usted...
- Y tanto. Darme cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos -y los futuros médicos, es decir, los estudiantes- me hizo entender claramente que la Medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por los seguros -públicos o privados, da igual- porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Y es que si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social... encontramos lo mismo.

- El poder económico...
- Exacto, es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Y lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. ¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma... porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación.. . pero nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la vida.

UN SISTEMA DE ENFERMEDAD

- Infiero que ésa es la razón de que en su libro se refiera al sistema sanitario como "sistema de enfermedad".
- Efectivamente. El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se practica una medicina de la enfermedad y no de la salud. Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que mantiene al paciente en la ignorancia y la dependencia, y al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo.

- Se supone que el sistema sanitario está al servicio de las personas...
- Está al servicio de quien le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial -puramente ilusoria- el sistema está al servicio del paciente pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema de enfermedad en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea enfermedades y mata por dinero y por poder.

- ¿Y qué papel juega el médico en esa mafia?
- El médico es -muchas veces de forma inconsciente, es verdad- la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Además se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un "dios" de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, la "científica", no puede permitir que existan otras formas de curar que no sean serviles al sistema.

- El sistema, en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada "medicina científica", la que usted aprendió y de la que ha renegado. Precisamente en el mismo número en que va a aparecer su entrevista publicamos un artículo al respecto.
- La medicina científica está enormemente limitada porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Y, por ende, tal síntoma precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud del físico. Y cuando se la importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta de "enfermedad psicosomática" al paciente y le envía a casa tras recetarle pastillas para los nervios.

- Es decir, que a su juicio la medicina convencional sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas.
- Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí. Da la impresión de curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge.

- A su juicio, pues, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no agresivas.
- Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma holística y le ayudan a sanar... pero tampoco curan. Mire, cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos. Porque el verdadero médico es uno mismo. Y cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está pues romper esa esclavitud.

- Y, en su opinión, ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?
- A ese respecto tengo tres hipótesis. La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando... pero es difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello... pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder.

- Y la tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema.
- Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa parece la más plausible. Y si un Gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia.

LA MAFIA MÉDICA

- ¿Quiénes integran, a su juicio, la "mafia médica"?
- A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las Agencias del Medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) -el Ministerio de Sanidad de la ONU- y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero.

- Tenemos entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es "la mafia de las mafias".
- Así es. Esa organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la "política de enfermedad" en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma ATA, nadie puede escapar de su control.

- ¿En qué consiste esa declaración?
- Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo "ministerio de salud" es la OMS. Desde entonces "derecho a la salud" significa "derecho a la medicación". Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo.

- Una labor que no se cuestiona.
- Claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud ? Sin embargo, hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU : el poder económico.

- ¿Cree que ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control?
- Por supuesto que no. Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU , es decir, del dinero de las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como Médicos sin fronteras creen que sirven altruistamente a la gente pero en realidad sirven al dinero.

- Una mafia sumamente poderosa...
- Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia. Hoy día a los investigadores se les "orienta". Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los terapeutas "alternativos" se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la enfermedad, a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o, simplemente, por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. Y en muchas clínicas de fertilización en realidad se "fabrican" multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado.. .

Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Y así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre, la Viagra ; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin. Y todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y muriendo igual.

LAS AUTORIDADES MIENTEN

- Lo que usted explica del sistema sanitario imperante es una realidad que cada vez más gente empieza a conocer pero nos han sorprendido algunas de sus afirmaciones respecto a lo que define como "las tres grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias". ..
- Pues lo reitero: las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el sida es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio.

- Bien, hablemos de ello aunque ya le adelanto que en la revista no compartimos algunos de sus puntos de vista. Si le parece, podemos empezar hablando de las vacunas. A nuestro juicio, afirmar que ninguna vacuna es útil no se sostiene. Otra cosa, que sí compartimos, es que algunas son ineficaces y otras inútiles; a veces, hasta peligrosas.
- Pues yo mantengo todas mis afirmaciones. La única inmunidad auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales cortocircuitan por completo el desarrollo de las primeras defensas del organismo.
Y que las vacunas tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se oculta. Por ejemplo, una vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone. ¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté enferma. Asimismo, no se dice que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad. Aunque lo más grave es que se oculte la inutilidad constatada de ciertas vacunas.

- ¿A cuáles se refiere?
- Pues a las de enfermedades como la tuberculosis y el tétanos (vacunas que no confieren ninguna inmunidad), la rubéola (de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural), la difteria (que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7% de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos), la gripe y la hepatitis B (cuyos virus se hacen rápidamente resistentes a los anticuerpos de las vacunas).

- ¿Y hasta qué punto pueden ser también peligrosas?
- Las innumerables complicaciones que causan las vacunas -desde trastornos menores hasta la muerte- están suficientemente documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante. Por eso hay ya numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles las demandas judiciales que se han interpuesto contra los fabricantes. Por otra parte, cuando se examinan las consecuencias de los programas de vacunaciones masivas se extraen conclusiones esclarecedoras.

- Le agradecería que mencionara algunas.
- Mire, en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los estados un gasto de miles de millones de dólares al año. Por tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas... es el que obtiene la industria. Además, la vacunación estimula el sistema inmune pero, repetida la vacunación, el sistema se agota. Por tanto, la vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el "sida silencioso" y garantizar un "mercado de la enfermedad" perpetuamente floreciente.
Más datos: la vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmune es ineficaz. Aunque lo más horrible es que la vacunación facilita los genocidios selectivos pues permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región... Sirve como experimentació n para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el patrimonio genético hereditario de quien se quiera.

- Bueno, es evidente que hay muchas cosas de las que se puede hacer un buen o mal uso pero eso depende de la voluntad e intención de quien las utiliza. Bien, hablemos si le parece de la segunda "gran mentira" de las autoridades: usted afirma que el sida no es contagioso. Y perdone, pero así como el resto de sus afirmaciones en este ámbito nos han parecido razonadas y razonables no hemos visto que argumente esa afirmación.
- Yo afirmo que la teoría de que el único causante del Sida es el VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida es falsa. Ésa es la gran mentira. La verdad es que tener el VIH no implica necesariamente desarrollar sida. Porque el sida no es sino una etiqueta que se "coloca" a un estado de salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema inmune está bajo. Y niego que tener sida equivalga a muerte segura. Pero, claro, esa verdad no interesa. Las autoridades nos imponen a la fuerza la idea de que el sida es una enfermedad causada por un solo virus a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en 1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el sida. Otra evidencia es el hecho de que hay numerosos casos de sida sin virus VIH y numerosos casos de virus VIH sin sida (seropositivos) . Por otro lado, aún no se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el sida, lo cual es una regla científica elemental para establecer una relación causa-efecto entre dos factores. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo se activa cuando el sistema inmune está debilitado.

- Por cierto, usted afirma en su libro que el VIH fue creado artificialmente en un laboratorio. ..
- Sí. Investigaciones de eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de homosexuales. Y todo indica que el continente africano fue contaminado del mismo modo durante campañas de vacunación contra la viruela. Claro que otros investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del sida fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente propagado mediante la vacunación de grupos de población que se querían exterminar.

- También observamos que ataca duramente la utilización del AZT para tratar el sida...
- Ya en el congreso sobre sida celebrado en Copenhague en mayo de 1992 los "supervivientes del sida" afirmaron que la solución entonces propuesta por la medicina científica para combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz. Hoy eso está fuera de toda duda. Pues bien, yo afirmo que se puede sobrevivir al sida... pero no al AZT. Este medicamento es más mortal que el sida. El simple sentido común permite entender que no es con fármacos inmunodepresores como se refuerza el sistema inmunitario. Mire, el sida se ha convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la industria farmacéutica.
Es así de simple.

- Hablemos de la "tercera gran mentira" de las autoridades: la de que el cáncer es un misterio.
- El llamado cáncer, es decir, la masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida. Sólo que cuando eso sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema inmunitario está débil y no puede eliminarlas. Entonces el conjunto de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.

- Y es en ese momento cuando se entra en el engranaje del "sistema de enfermedad". ..
- Así es. Porque cuando se descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o "formas de tortura": amputarle (cirugía), quemarle (radioterapia) o envenenarle (quimioterapia) . Ocultándosele que hay remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos.
Y después de cuatro décadas de "lucha intensiva" contra el cáncer, ¿cuál es la situación en los propios países industrializados? Que la tasa de mortalidad por cáncer ha aumentado. Ese simple hecho pone en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se han despilfarrado miles de millones de euros y tanto el número de enfermos como de muertos sigue creciendo.

Hoy sabemos a quién beneficia esta situación. Como sabemos quién la ha creado y quién la sostiene. En el caso de la guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los fabricantes y traficantes de armas. Bueno, pues en medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes del "armamento contra el cáncer"; es decir, quienes están detrás de la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y toda la industria hospitalaria.

LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA
- Sin embargo, a pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación?
- Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar.

- Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado.
- Sí. Y yo creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad. La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente de su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.

- ¿Y en qué punto cree que estamos?
- Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada "medicina científica" y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior.

- ¿Y qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior?
- El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses. ¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.

- ¿Y qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia?
- Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: "Eso es imposible". En cambio, si tienen abierto el corazón escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.
Mafia médica

ACTORES DE LA MAFÍA MÉDICA

Para Ghislaine Lanctôt, los actores de La mafia médica son los siguientes:
• El paciente. Es el explotado por excelencia. Cuanto más enfermo esté mayores beneficios para la industria farmacéutica. En consecuencia, hay que mantenerlo enfermo y medicado.

• El médico. Es el vendedor inconsciente de los productos de la industria así como su instrumento de promoción. Las autoridades le forman de tal manera que estará al servicio de sus fines al pie de la letra, sin cuestionar jamás la sacrosanta verdad que se le inculca como doctrina. Según los casos, también se le puede sobornar con privilegios económicos, jerárquicos o ambos. En cuanto al terapeuta, simplemente es declarado ilegal y se le elimina, o bien se le integra y se le controla.

• Los hospitales, clínicas, laboratorios y farmacias. Son los distribuidores del fabricante, sus cómplices. Para eso se les paga bien. La recompensa por su buena disposición suele ser de orden crematístico.

• La industria. Es el explotador. El Padrino del sistema sanitario, el Gran Dictador y beneficiario de la enfermedad. Su inmenso poder oculto hace que se le sometan todos los niveles de "autoridades" , ya sean del gobierno, médicas o mediáticas. Después de todo, es la industria la que concede el acceso al poder y la notoriedad. Lo que se pide, en contrapartida, es que nadie muerda la mano que le da de comer. Su lema es "Cuantos más pacientes enfermos, con mayor frecuencia y durante más tiempo, más rentabilidad" . Todo vale para conseguirlo.

• Las autoridades. Son el usurpador. Han creado las instituciones y las leyes para apropiarse y desposeer al paciente de sus legítimos derechos sobre su salud. Para no despertar sospechas las autoridades se ocultan tras un biombo: el Gobierno. Las instituciones y los seguros se sitúan bajo su control directo o indirecto. Lo elegimos y financiamos nosotros pero nos traiciona vendiéndonos a la industria. En realidad, el gobierno y sus organismos ("las autoridades" ) son generalmente asalariados de la industria.

• La mafia de las mafias. El poder establecido no es sólo nacional. Por encima del sistema sanitario de cada país hay un sistema sanitario mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dicta la política sanitaria global a seguir por todos los gobiernos del planeta.

INJUSTICIA GLOBAL


Un poco de matemáticas para dimensionar la crisis financiera.

El plan de rescate a los bancos con dinero de los contribuyentes, que aún se discute en el Congreso de USA, costará la inimaginable cifra de 700.000 millones de dólares, más los 500.000 millones que ya se les entregaron, más los miles de millones que entregarán los gobiernos de Europa a los bancos en crisis en este continente.

Hagamos el siguiente cálculo:

El planeta tiene 6.700 millones de habitantes.

Si se dividen 'sólo' los 700.000 millones de dólares entre los 6.700 millones de personas que habitan el planeta, equivale a entregarle 104 MILLONES DE DOLARES A CADA UNO!!

Con eso no sólo se erradicaría de inmediato toda la pobreza del mundo, si no que automáticamente nos convertiríamos en millonarios todos los habitantes de la Tierra.
INJUSTICIA - DESPERTAD YA...

GLOBALIZACIÓN

lunes, 24 de noviembre de 2008

Los mandamientos de Richard Dawkins


En 'El espejismo de Dios', el biólogo Richard Dawkins presenta una lista de principios morales laicos válidos universalmente. La elaboró a partir de una lista encontrada al azar en Internet, para demostrar que son unos valores comunes que no necesitan legitimación religiosa. Estos son algunos.

- No hagas a otros lo que no quieras que te hagan.

- No pases por alto la maldad ni te acobardes al administrar justicia, pero disponte siempre a perdonar el mal hecho si media el arrepentimiento.

- Prueba todas las cosas: revisa tus ideas frente a los hechos y prepárate para descartar incluso las creencias más arraigadas.

- Respeta el derecho de los demás a estar en desacuerdo contigo.

- Fórmate opiniones independientes basadas en tu razón y en tu experiencia: no permitas ser manejado.

- Cuestiónalo todo.

- Disfruta de tu vida sexual (en tanto no hagas daño a nadie) y deja a los demás que disfruten de la suya.

- No adoctrines a tus hijos. Enséñales cómo pensar por sí mismos y cómo estar en desacuerdo contigo.


Pero ¿podemos vivir sin Dios? La respuesta de los científicos, filósofos y teólogos no es unánime. El Nobel Weinberg confiesa que no es fácil no creer, pero está convencido de que la creencia declina inevitablemente en Occidente. Y añade que aunque las prácticas religiosas se mantengan durante siglos, no está tan seguro de que la creencia perviva. "Hay que distinguir la religión, que es construcción social, de la experiencia religiosa, que es personal", matiza Tamayo. "Las iglesias son instituciones, con un atractivo político y social, que incluso hoy pocas veces implican creencias profundas", añade Odifreddi, "por lo que pueden sobrevivir aunque la fe languidezca". "En el futuro seguiremos creyendo, porque lo llevamos de fábrica", argumenta el físico Jorge Wagensberg. "La psicología del desarrollo, la antropología cognitiva y la neurociencia señalan que evolutivamente estamos programados para creer".

Otros están convencidos de que la ciencia es la respuesta. "¡Todos creemos en algo!", concede el matemático Odifreddi. "La cuestión es qué debemos creer; yo creo que la ciencia puede ofrecer incluso una concepción espiritual del mundo, al mostrar cómo tras el aparente caos del cosmos descansa un orden profundo". Su conclusión es clara: "La ciencia es hoy la religión verdadera, mientras que la vieja religión es sólo superstición. Así que si alguien quiere creer en algo, puede creer en la ciencia y su manera de ver el mundo".


Richard Dawkins. Los enemigos de la razon. 1/5

domingo, 23 de noviembre de 2008

No desperdiciar las oportunidades de la crisis, por Leonardo Boff


Frente al cataclismo económico-financiero mundial se dibujan dos escenarios: uno de crisis y otro de tragedia.
Tragedia sería si toda la arquitectura económica mundial se desmoronase y nos empujase hacia un caos total con millones de víctimas, por violencia, hambre y guerra. No sería imposible, pues el capitalismo generalmente supera las situaciones caóticas mediante la guerra. Gana al destruir y gana al reconstruir. Solamente que hoy esta solución no parece viable, pues una guerra tecnológica liquidaría a la especie humana; sólo caben guerras regionales sin uso de armas de destrucción masiva.

Otro escenario sería el de crisis. Para ella, no acaba el mundo económico, sino este tipo de mundo, el neoliberal. El caos puede ser creativo, dando origen a otro orden diferente y mejor. La crisis tendría, por tanto, una función purificadora, abriendo espacio para otra oportunidad de producción y de consumo.

No necesitamos recurrir al ideograma chino de crisis para saber de su significado como peligro y oportunidad. Basta recordar el sánscrito, matriz de las lenguas occidentales.

En sánscrito, crisis viene de kir o kri que significa purificar y limpiar. De kri viene también crítica que es un proceso por medio del cual nos damos cuenta de los presupuestos, de los contextos, del alcance y de los límites sea del pensamiento, sea de cualquier fenómeno. De kri se deriva además crisol, utensilio químico con el cual se limpia el oro de las gangas y, finalmente, acrisolar que quiere decir depurar y decantar. Entonces, la crisis representa la oportunidad de un proceso crítico, de depuración de lo esencial; sólo queda lo verdadero; lo accidental, sin sustentación, cae.

Alrededor y a partir de este núcleo se construye otro orden que representa la superación de la crisis. Los ciclos de crisis del capitalismo son notorios, conocidos. Como nunca se hacen cortes estructurales que inauguren un nuevo orden económico sino que siempre se recurre a ajustes que preservan la lógica explotadora de base, nunca supera propiamente la crisis. Alivia sus efectos dañinos, revitaliza la producción para nuevamente entrar en crisis y así prolongar el ciclo de crisis recurrente.

La crisis actual podría ser una gran oportunidad para la invención de otro paradigma de producción y de consumo. Más que nuevas regulaciones son urgentes las alternativas. La solución de la crisis económico-financiera pasa por el encarrilamiento de la crisis ecológica general y del calentamiento global. Si estas variables no fuesen consideradas, las soluciones económicas dentro de poco tiempo no tendrán sosteniblidad y la crisis volverá con más virulencia.

Las empresas en las bolsas de Londres y de Wall Street tuvieron pérdidas de más de un billón y medio de dólares, pérdidas del capital humano. En cuanto a esto, según datos de Greenpeace, el capital natural tiene pérdidas anuales del orden de 2 a 4 billones de dólares, provocadas por la degradación general de los ecosistemas, desarborización, desertificación y escasez de agua. La primera produjo pánico, la segunda ni siquiera fue notada. Pero esta vez no hay posibilidad de seguir con el business as usual.

Lo peor que nos puede pasar es no aprovechar la oportunidad proveniente de la crisis generalizada del tipo de economía neoliberal para proyectar una alternativa de producción que combine la conservación del capital natural junto con el capital humano. Hay que pasar de un paradigma de producción industrial devastador a otro de sustentación de toda la vida.

Esta alternativa es imprescindible, como lo mostró valerosamente François Houtart, sociólogo belga, en una conferencia ante la Asamblea de la ONU el 30 de octubre del presente año: si no buscamos una alternativa al actual paradigma económico, del 20 al 30% de las especies vivas podrán desaparecer en quince años y a mediados de siglo habrá de 150 a 200 millones de refugiados climáticos. Ahora la crisis en vez de oportunidad se vuelve un peligro aterrador.

La crisis actual nos ofrece la oportunidad, tal vez una de las últimas, para encontrar un modo de vida sostenible para los humanos y para toda la comunidad de vida. Sin eso podremos ir al encuentro de lo peor.

Leonardo Boff es teólogo, filósofo y escritor brasileño