viernes, 3 de octubre de 2008

Canadian Nature - Dan Gibson's Sound of Nature

Realms of Peace - Meditation with Dan Gibson


INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA MEDITACIÓN ZEN BUDISTA


Qué aprenderemos?
Esta introducción está pensada para personas que no tienen ninguna experiencia en la meditación Zen budista.Aprenderemos a sentarnos en silencio; a gozar de nuestra propia respiración; a calmar nuestra mente y a estabilizar nuestro cuerpo. Aprenderemos a caminar con conciencia sobre la Tierra y bajo el Cielo. Tendremos explicaciones detalladas sobre la postura de meditación y enseñanzas sobre los principios fundamentales de la Vía del Zen. La Vía del Zen es un camino de conocimiento, de auto transformación en el que cada uno toma la responsabilidad de su propia existencia. Nuestros pensamientos, palabras y actos están conformando nuestra realidad. No obstante, somos escasamente conscientes de lo que pensamos, decimos y hacemos. La meditación Zen puede ayudarnos a despertar: nos hace íntimos con nosotros mismos y nos sitúa en el centro de nuestra existencia, para que desde él podamos asumir la responsabilidad de vivir tal y como libremente sentimos que debemos.


EL REFUGIO: UN OASIS EN ESTE ASPERO DESIERTO

UNA SELECCIÓN CON LOS MEJORES DE TODOS LOS TIEMPOS, QUE LO DISFRUTES!!

The man


La voz:


Viaje al pasado: dejate llevar, fluye con las melodias de siempre...




Melancolia de antaño, que tiempos... por Dios.









LO MAS DE LO MAS:

jueves, 2 de octubre de 2008

Ser,Crecer,Verdad, http://tao-sai.blogspot.com

Este Blog al que le pongo un link: http://tao-sai.blogspot.com/ es el resultado de mucha ilusión y esfuerzo por mi gran amigo J. Marcos B., al cual aprecio mucho y le deseo lo mejor.
Un abrazo zen, Samurai.

El mundo patas arriba visto por Eduardo Galeano

Eduardo Galeano: No entiendo la facilidad con que algunos comunistas se volvieron capitalistas.
- El nuevo orden criminal del mundo.
- El imperio del consumo.


Mensaje a Berlín: El nuevo Hitler es Bush por Eduardo Galeano.-
Preguntaron al astronauta cómo se veía la tierra desde la luna, y respondió: ’Frágil’. También dijo que se ve sin ninguna división de naciones. La vida que hay en ella, dice Leonardo Boff, es la mayor floración del proceso evolutivo, y hoy está amenazada, y de ahí la urgencia de cuidarla. Los felicito a ustedes reunidos en un congreso por la paz en Berlín, y como se me ha pedido oficialmente un mensaje por no poder estar allí presente, les envío este:
Así como en un tiempo el causante de las guerras fue Hitler, ahora el causante de las guerras es Bush. En un congreso como el de ustedes sería hipócrita no decirlo.
Bush ha declarado que no descarta ningún arma. Por lo tanto tampoco la nuclear. De hecho ha usado armas de destrucción masiva para combatir las armas de destrucción masiva de Irak (que no existían). El mayor terrorismo de estado es el de Estados Unidos, ha dicho el norteamericano Noam Chomsky. Ya antes Martin Luther King había dicho que su gobierno era el mayor productor de violencia en el mundo. Estados Unidos ha invadido 216 países (entre ellos el mío) y ya hace tiempo que Mark Twain había dicho que su bandera en vez de las barras y las estrellas debía ser la de los huesos cruzados y la calavera. Con Bush es peor, porque el presidente se ha puesto por encima de la Constitución, y por encima de toda ley nacional e internacional.

Los gobiernos de Europa deben exigir que Estados Unidos informe sobre las cárceles clandestinas que tiene en Europa, y el uso de los aeropuertos europeos para trasladar prisioneros a países donde se practica rutinariamente la tortura: como lo han denunciado medios de prensa norteamericanos, entre ellos el Washington Post. Hay ocho países extranjeros con cárceles secretas de Estados Unidos, según ha dicho el mismo Post.

Amnistía Internacional ha hablado de los gulags de Estados Unidos y ha dicho que uno de estos gulags es el de Guantánamo. Todos los derechos humanos son violados allí, y todas las leyes internacionales, en un territorio donde Estados Unidos no tiene derecho de estar, y el sólo hecho de visitarlo es ilegal.

En Guantánamo uno de los interrogadores dijo a un adolescente llamado Mohamed: ’Este campo es para los que van a estar aquí para siempre. No pienses que volverás alguna vez a tu casa. Estarás aquí toda tu vida. No te preocupes, te mantendremos vivo para que sufras más’. Este joven ha dicho: ’Antes yo tenía esperanza. Ahora que he venido a Guantánamo he perdido toda esperanza’. (Esto lo he tomado del norteamericano Catholic Worker).

En Guantánamo ha habido cienes de intentos de suicidio (350 durante el primer año y medio) y las autoridades les llaman: ’Acciones manipuladoras de auto-daño’.

Estados Unidos tiene una nueva Gestapo. He estado allí, y muchos son conscientes de ello. Muchos no lo son, o están conformes con ello, como fue en Alemania hace muchos años. Las Iglesias también son responsables por su silencio.

No debe continuar la tolerancia del mundo, ni el secreto ni el silencio. Al iniciarse el Tribunal de Nuremberg el fiscal norteamericano, el juez Robert Jackson, declaró que para evitar esos crímenes había que hacer responsables de ellos a los gobernantes. Digo que lo mismo debe hacerse con Bush, Condoleezza Rice, Donald Rumsfeld, Paul Bremen, y otros. Pienso también que deben ser juzgados en Nuremberg.

La guerra en Irak es un crimen de guerra continuado. Lo que es peor, hay muchos otros países amenazados. Como latinoamericano alzo mi voz en defensa de Cuba y en defensa de Venezuela seriamente amenazados (y Cuba con la guerra económica más larga de la historia).

No negamos que Bin Laden y Al-Quaida sean satánicos. Pero tampoco podemos negar que ambos fueron creación de Estados Unidos durante su enfrentamiento con la Unión Soviética en Afganistán. Estoy de acuerdo con Gunter Grass de que ’el terrorismo sólo puede ser combatido con más justicia económica’.

Hay un Salmo que dice: ’La justicia y la paz se besan’. Es porque la justicia y la paz están juntas. No hay justicia sin paz, ni paz sin justicia. Nuestra arma contra la guerra es el humanismo, considerando como dijo Martí que la Patria es la Humanidad. La guerra es la mayor amenaza de este planeta del sistema solar. Y la especie humana es una especie en peligro de extinción.

Finalizo diciendo con el teólogo alemán Karl Rahner que el cuerpo humano es sagrado. Es sagrado porque fue creado por Dios como lo creen todas las religiones de la tierra, y creado con todas sus funciones, incluso su sexualidad. Y además porque, como creemos los cristianos, en el cuerpo humano el Verbo se hizo carne.
Defendamos la paz y la justicia, y defendamos los cuerpos humanos.
Eduardo Galeano: Periodista y escritor uruguayo, autor de Las Venas Abiertas de América Latina, La canción de nosotros, Días y noches de amor y de guerra, Las palabras andantes, El libro de los abrazos, entre otros.

Vease video parte l y ll

Rincón Místico

FILOSOFÍA JAPONESA ZEN

Tranquil Waterfall




MANANTIAL DEL SABER

Video Obstáculos Cuentos para Pensar ( Jorge Bucay)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Barry White Just the way you are

EL AJEDREZ: ESPEJO DE LA VIDA




Ambos genios de la literatura fantástica realista argentina, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, se inspiraron por el ajedrez, utilizándolo de imágen, analogía y modelo en sus obras. Este ensayo mostrará el impacto de este juego importantísimo a la cultura humana en la literatura, trazando su historia y unas apariencias significativas en la literatura hasta e inclusive a Borges y Cortázar mismos. También, se incluirá una referencia al uso paralelo del ajedrez en el arte de M. C. Escher.
No se saben con precisión los orígenes del juego de ajedrez. Como el sol, se originó en Levante y su popularidad circunnavegó el mundo. Es probable que la primera versión, Chaturanga, se inventara antes de 600 d.C. en China o en India y se diseminara con las peregrinaciones de los monjes budistas. Llegó a Persia donde se llamaba Chatrang y luego en árabe Shatranj. El ajedrez llegó a Europa por vía de tres rutas: la invasión de España y Sicilia por los musulmanes, y el Imperio Bizantino. Desde Europa viajó al nuevo mundo con los conquistadores. En el arte, la lucha maniquea que se representa entre los dos lados opuestos, blanco y negro o más sangrientamente blanco y rojo, se convierte en la analogía de una batalla, una guerra, la vida, la raza humana, el mundo, el universo, Dios y su poder. La importancia del ajedrez también se ve en el uso de su terminología fuera del contexto del juego en el lenguaje cotidiano. Es curioso que dos de los más importantes términos son negativos: stalemate (mate ahogado) y peón.
La primera mención del ajedrez en la lengua castellana aparece en la Disciplina Clericalis (s. XII) de Pedro Alfonso donde se contaba entre la lista de las siete cualidades del caballero perfecto. En el siglo siguiente, salió el mejor libro medieval de juegos, el Libro de acedrex dados e tablas (1283) de Alfonso X el Sabio, Rey de Castilla y León. En este manual ricamente iluminado de problemas, mayormente traducidos de obras árabes, Alfonso el Sabio manifiesta la importancia de este juego intelectual en su época. Por dedicar tanto esfuerzo en crear una obra tan bella y grande, sabemos que los juegos, y en particular el ajedrez, que ocupa la primera y mayor parte del tomo, eran de suma importancia para este rey medieval. La introducción nos explica que Dios quería que los hombres tengamos todo tipo de diversión y los problemas mismos del ajedrez nos indican que para Alfonso este juego intelectual era un reto que enseñó mucho más, por ejemplo, acerca de estrategias de guerra, de política, aún de vida. Las iluminaciones nos muestran que todos participan igualmente en el juego (como en la vida), nobles y pobres, hombres y mujeres, árabes y cristianos, viejos y niños. Con la dualidad típica de la Edad Media, Alfonso el Sabio, hacía un papel doble de translatio studii, tranfiriéndonos la sabiduria oriental y de darnos un símbolo para interpretar en el juego del acedrex.
Desde la llegada de ajedrez al Occidente, no ha dejado de incluirse en la literatura. The 64-Square Looking Glass: The Great Game of Chess in World Literature (Times Book, 1993), editado por Burt Hochberg, es un compendio de selecciones de literatura ajedrecista de muchos autores. Su tabla de contenido se lee como un Who’s Who de la literatura mundial. Algunos de los más famosos son Woody Allen, Poul Anderson, Fernando Arrabal, Samuel Beckett, Jorge Luis Borges, Anne Brontë, Lewis Carroll, Ian Fleming, E. M. Forster, Thomas Hardy, Sinclair Lewis, Vladimir Nabukov, Ezra Pound, Alfred, Lord Tennyson, Miguel de Unamuno, y Kurt Vonnegut, Jr. Examinaremos de éstos a una serie de ajedrecistas que se influenciaron: Lewis Carroll, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. Lewis Carroll en su Through the Looking Glass (1871) planteó un juego anotado como base del libro entero. En la anotación, Alice figura como un peón blanco aunque al principio no está consciente de su papel. Indica también la notación que Alice puede ganar en once jugadas. Después de hablar con la Reina Roja, y otros personajes-trebejos, ella se da cuenta:
It’s a great huge game of chess that’s being played – all over the world – if this is the world at all, you know. Oh, what fun it is! How I wish I was one of them! I wouldn’t mind being a Pawn, if only I might join – though of course I should like to be a Queen, best.
La ingenua protagonista se convierte en trebejo, no sólo literariamente del autor Carroll, sino también literalmente en este juego de ajedrez vivo y de tamaño grande como se jugaba en las cortes reales en el siglo XV, y figurativamente como todos somos en el juego del mundo. Siendo niña e inocente lo ve todo como divertido y ella quiere jugar, aún si sólo puede jugar el papel de un peón, lo importante para ella es participar. Carroll convida a su lector a participar en el juego, dándole la notación del mismo y el desafío de tratar de jugar el papel de Alice, jugar como peón y ganar en once jugadas.
Para Borges, como para Bob Dylan ser peón se convierte en algo más frustrante, más siniestro. En mi opinión, Borges no se veía como jugador, se veía más bien como peón bajo poder ajeno. Los peones son los trebejos más numerosos y débiles. El peón, como se usa la palabra en lenguaje cotidiano, describe a una persona indefensa, sin importancia y que se sacrifica por motivos desconocidos al peón. Temió que al final su posición en el universo era una de stalemate, es decir que no podía ganar porque no era jugando sino jugado. En un par de sonetos, intitulados “Ajedrez”, Borges catalogó todos los elementos que le fascinaban sobre este juego intelectual.
En su grave rincón, los jugadores Rigen las lentas piezas. El tablero Los demora hasta el alba en su severo Ambito en que se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores Las formas: torre homérica, ligero Caballo, armada reina, rey postrero, Oblicuo alfil y peones agresores. Cuando los jugadores se hayan ido, Cuando el tiempo los haya consumido, Ciertamente no habrá cesado el rito. En el Oriente se encendió esta guerra Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra. Como el otro, este juego es infinito.
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada Reina, torre directa y peón ladino Sobre lo negro y blanco del camino Buscan y libran su batalla armada. No saben que la mano señalada Del jugador gobierna su destino, No saben que un rigor adamantino Sujeta su albedrío y su jornada. También el jugador es prisionero (La sentencia es de Omar) de otro tablero De negras noches y de blancos días. Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza De polvo y tiempo y sueño y agonías?Para Borges, todo lo referente al juego tiene su misterio, su importancia y su desafío, desde el simbolismo de los trebejos, el origen vago y atemporal en Asia, las cuadras innumerablemente reflejadas en su opuesto hasta, lo más importante, ¿quién juega a quién en este juego y en “el otro” juego de la vida?
En su artículo “El Manipulador manipulado: el determinismo ajedrecista en Borges” (Káñina, Vol. X (2) 1986, 29-33), Clark M. Zlotchew comenta que entre los jugadores oponentes de los cuentos de Borges “la lucha no se percibe como la que sucede entre las fuerzas del bien y del mal” sino que se percibe fría e imparcialmente “de la misma manera que el vencido de una partida amistosa de ajedrez pudiera hablar a su adversario”. El mismo título del artículo capta la esencia del poema comentado arriba – que el que manipula es en su turno manipulado por otro. Borges, autor, homo ludens juega con nosotros los lectores manipulándonos por lo que escribe mientras alude a otro poder creativo más grande que el suyo que lo manipula a él. Se siente atrapado en las reglas mágicas y adamantinas del juego/vida/universo y se siente sin libre albedrío. No obstante, al mismo tiempo se da cuenta de que un juego es un juego y hay otra perspectiva más grande.
Semejantemente Borges hizo muchísimas referencias al juego en sus cuentos y también se ve la inspiración del juego en la forma de sus argumentos donde protagonista y antagonista se ven como ajedrecistas oponentes. Refiere al juego en cinco de los ocho cuentos de El Jardín de senderos que bifurcan de Ficciones. El ajedrez aparece con frecuencia como símbolo en el género detectivesco, especialmente en las obras de Edgar Allen Poe. En “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” Borges pinta a los creadores de nuevos mundos como hombres que juegan taciturnamente al ajedrez. La cita con que comienza Las ruinas circulares es de Through the Looking-Glass ya discutido de Carroll. En “El Jardín de senderos que se bifurcan” los protagonistas, uno del oriente y uno del occidente, se oponen en una batalla de ingenio muy semejante a un juego de ajedrez. Cada jugada que hace un jugador determina las opciones del otro, como los buenos ajedrecistas pueden adivinar los resultados de muchas jugadas ya por venir. Dentro del texto mismo, el autor nos dice que la clave es que es un juego. “En una adivinanza cuyo tema es el ajedrez, ¿cuál es la única palabra prohibida?” En la segunda parte de Ficciones, Borges siguió el modelo de Carroll estableciendo el juego como base del cuento entero “El Milagro Secreto”. Un sueño de un partido de ajedrez se juega por generaciones de una familia que ya ha olvidado de que o por qué juegan este juego. En “La Secta del Fénix” nos dice claramente Orbis terrarum est especulum Ludi, es decir que la tierra es un espejo o un reflejo del (Gran) Juego.
Un artículo llamado “Chess and Mirrors: Form as Metaphor in Three Sonnets of Jorge Luis Borges” de Nancy B. Mandlove, que se publicó en el Kentucky Romance Quarterly (UA P1.K4) en 1980 posiblemente podría añadir a este estudio. Cortázar, en mi opinión, se ve más como jugador y buen jugador. Hace muchas referencias al juego como Borges, por ejemplo en el título de una colección de cuentos, Final del Juego. El final del juego, o endgame, forma una de las partes críticas del juego del ajedrez para ganar. También se usa el patrón de un juego de ajedrez para una trama como Carroll y Borges. En “Cartas de mamá”, el protagonista se da cuenta de que es como si jugara al ajedrez, pero no con una persona sino con tres o cuatro. Su oponente no es simplemente su mujer como creía, sino que también se le oponen su madre y su hermano muerto. Cada hecho de ellos se describe con la notación de ajedrez, tal como Carroll: “Peón cuatro rey. Peón cuatro rey. Perfecto.”, “Caballo rey tres alfil.”, y como Alice “Comprendió que a él le tocaba mover.”
Un artista contemporáneo a Borges y Cortázar, M. C. Escher también usó el ajedrez en su arte como símbolo, invitación a participar y desafío intelectual al observador. En su obra Metamorphosis II (1939-1940) hay una serie de cosas que se metamorfosean, un tema favorito de él y también de Cortázar como el cuento “Las armas secretas”. Empieza con la palabra metamorphose repetida como en forma de una crucigrama, que se convierte en un tablero de ajedrez, que se convierte en lagartos, que se convierten en hexagramas, que se convierten en panal, que se convierte en abejas, con se convierten en polillas, que se convierten en peces, que se convierten en pájaros, que se convierten en cubos, que se convierten en bloques, que se convierte en un villa en colina en la costa, cuyo mar es otra vez un tablero de ajedrez con trebejos. La muralla alrededor de la villa tiene un puente que conduce al roque blanco. Allá al final del largo dibujo el que lo mira se da cuenta de que a él le toca mover. Los otros trebejos mayormente están en el rincón del tablero donde los bordes del tablero se doblan y descienden hacia, supuestamente, la Nada. Otro carácter predilecto de Escher fue el jinete, como el caballo del juego de ajedrez. En su obra Jinetes que está pintado en la forma infinita de un mobius strip (cinta de moebius), el jinete blanco y el jinete rojo se repiten y se cruzan hasta formar el tablero mismo en el centro imposible pero teorético o visual. Elaboró este tema en otro dibujo más grande únicamente de su enlace. En el uso del ajedrez y de otras imágenes como los espejos, las metamorfosis y trucos para jugar con la perspectiva y percepción de su público, Escher y Borges se parecen mucho.
El juego del ajedrez fascinó intelectualmente tanto al homo ludens Borges y su discípulo Cortázar como a Carroll, Escher y tantos otros. En el ajedrez yace un problema eterno para los hombres que nunca se resuelve dos veces de la misma manera. Se dice que en toda la historia nunca se ha jugado dos veces el mismo juego como nunca se vive la misma vida. En la antigüedad como en la fantástica modernidad, el ajedrez nos inspira a contemplar el Gran Juego.

SIMPLEMENTE UN GENIO...


Un bazar repleto de textos inéditos u ocultos (e inclasificables) de Alejandro Jodorowsky, que se irán publicando periódicamente en esta sección.
Comenzamos la serie con dos curiosas reflexiones:"Cómo hacer cine", texto, para la gran mayoría inédito, en el que Jodorowsky explica detalladamente su no-sistema para hacer cine, en las antípodas de la ortodoxia previsible de este arte, su gusto por la improvisación que bebe del teatro... y cada una de las no-normas en las que basa un rodaje, y "El Pato Donald y el budismo zen", un artículo de Jodorowsky que versa sobre una teoría -que puede parecer rocambolesca en un primer momento, pero sobre la que diserta detalladamente a través del análisis de las viñetas de un episodio de las aventuras del personaje de la Disney-, acerca de la entronización entre el comportamiento y valores del Pato Donald y de su familia con respecto a la filosofía de vida zen.

Elogio de la lentitud - CARL HONORÉ

¿Porqué se convirtió en superventas en poco tiempo y su libro ya ha sido traducido a quince idiomas?
La respuesta está en que se trata de un libro que declara la guerra al cronómetro, recupera el ritmo natural del hombre.
El periodista canadiense Carl Honoré, en "Elogio de la lentitud", nos pasea por movimientos "tántricos", escuelas de meditación y ciudades invadidas por el nuevo estilo.
Honoré sostiene que la cultura contemporánea tributa adoración a la velocidad y a la hiperactividad: a ser el primero, ser rápido, resolutivo, ejecutivo y agresivo, claves actuales del éxito laboral y social. Para contrarrestar hay que desacelerar y comenzar a apagar el televisor, tomar lápiz y papel y hacer una lista de las actividades diarias. Y agrega que hay que tachar de esta lista todo aquello que consideremos prescindible y no tenerle miedo a la inactividad. Esta primera parada en nuestro alocado ritmo nos permitirá ver la vida de otra manera. Como ejemplo cuenta el caso de un agente de bolsa japonés que trabajaba noventa horas por semana y al que su empresa convirtió en un modelo a seguir. Murió en 1990 a los 26 años de un ataque cardíaco. El autor nos habla de directores de grandes empresas y "brokers" que dedican cada día unos minutos a hacer su momento de meditación y rebajar el estrés.
Contrarreloj. Pero algo está cambiando: en vez de desintegrar pelotas practicando squash, la gente se apunta a taichí; los habitantes de "lofts" céntricos dejan paso a una nueva tribu que se instala en casas rehabilitadas en el campo, conectadas al centro de trabajo por Internet; los jóvenes de la década anterior, (los llamados JASP) son relevados ahora por otros que se sienten realizados trabajando en ONG's...
El autor sostiene que hasta las personas más agradables e inofensivas pueden volverse locas de furia ante el menor percance, simplemente porque vivir contra reloj es mucha presión para cualquiera.
Los problemas de salud pública contemporáneos -estrés, depresión, insomnio, ansiedad, obesidad- son síntomas claros de que la forma de vida alocada rompe el equilibrio físico y psíquico de cualquiera.
Disfrutar de la vida. Cuando nos tomamos el tiempo necesario para cada cosa, podemos disfrutar. Esa es la teoría de Carl Honoré. Según su confesión, desde que él mismo cambió de hábitos, se siente más conectado con todo.
Ciudades lentas. Su ideal de hábitat es una ciudad de menos de 50.000 habitantes, porque un espacio así busca el ritmo humano: aumenta las zonas peatonales, instala bancos, planta árboles y cercos.
Almuerzo tranquilo. Hay que olvidarse de la comida rápida, donde se puede almorzar en diez minutos.
Caminar. Bajar el ritmo significa también tomarse más tiempo para todo. Si el lugar de trabajo queda relativamente cerca, lo mejor es salir más temprano de casa y caminar, sin apurones, sin ansiedades, para enfrentar el día con energía y sin tensión.
Sexo sin reloj. La ansiedad conspira contra el deseo, según Honoré, y afecta sobre todo a las mujeres. En este campo también hay que desacelerar y privilegiar la lentitud sobre todas las cosas. Música, velas, una comida romántica... Hay que reeducar la paciencia y encarar con todo el tiempo del mundo la conexión con el otro.
Menos televisión. Aunque se asocie con el ocio y el relax después del trabajo, la televisión no sólo no apacigua, sino que puede ser estresante. En lugar de petrificarse frente a la pantalla, Honoré recomienda meditar, leer un libro, escuchar música, porque son actividades que relajan más y predisponen al diálogo y a la serenidad.

Conscientes de la necesidad de compartir lo que se recibe para que la energía siga, como siempre, en continuo movimiento, hemos decidido ir poniendo a disposición de ustedes, todos los hallazgos que giren en torno a este ámbito.

Si crees que el hombre cuando nace es sólo un candidato a la humanidad...
Si crees que recibes lo que das...
Si crees que el mundo es mejor cuando tú eres mejor...
Si crees que vivir sin un ideal es vivir a medias...
Si crees que el ser humano ha nacido libre y las cadenas son sólo el reflejo de su ignorancia...
Si crees que el tiempo es limitado y que lo que hagas con él es más valioso que el mismísimo oro...
Si crees que es el momento de decidirse a buscar aquello que diste una vez por perdido...
Si crees que nunca es tarde para buscar la coherencia, la paz interior, el gozo de amar y ser amado...
Si crees que el miedo a ser uno mismo es el principal enemigo de tu felicidad...
Si crees que la unión hace la fuerza y que ha llegado el momento de encontrarse aquellos que están en el mismo camino de búsqueda y realización, entonces ....
ESTE PUEDE SER ESE ESPACIO DECISIVO QUE CREA LA OPORTUNIDAD QUE ESPERABAS.




lunes, 29 de septiembre de 2008

El joven que hizo la luz en África

En Malawi, sobrevivir es ya una hazaña, pero William Kankwamba no es de los que se resignan. Ha construido un sueño: un molino que da luz a su pueblo. Apenas hay fotos de él, pero en África se ha convertido en un héroe.
Kasungu (Malawi), el futuro es muy oscuro. Los niños tienen escrito el destino en la frente: trabajar la tierra, como sus padres y como los padres de sus padres… Con suerte, si la sequía no les aniquila el maíz, los granos de soja o el tabaco, comerán. Si no, se verán obligados a reducir las raciones a una al día y… de forma escasa.Pero hay jóvenes que no parecen dispuestos a resignarse a ese incierto porvenir. Como William Kankwamba, nacido en 1987, el chico que en mitad de esa oscuridad perpetua quiso emular al gran Thomas Edison e hizo la luz en su pueblo para asombro de los suyos. Lo consiguió casi solo, sin haber visto en su vida un iPod y sin saber lo que era navegar por Internet. Con la imaginación, el sueño y el arrojo que le llevó a construir un invento propio: el molino rudimentario que le ha convertido en el héroe de su barrio y ahora de todo un continente.
Encontró el camino en la biblioteca de la escuela de Kanchocolo, como cuenta él mismo en un libro que está terminando con su experiencia y que se titula El niño que utilizó el viento. Por suerte, el suyo no era uno de tantos colegios cerrados en Malawi por ausencia de profesorado. El sida, por ejemplo, ha matado ya a 80.000 maestros y muchos centros han tenido que cerrar por ello.
La bibliotecaria puso en sus manos algo que cambiaría su vida: un manual práctico que se titulaba Using energy. En él se explicaba el funcionamiento de un invento del que William nunca había oído hablar: los molinos de viento. Su primera impresión al ver las fotografías fue completamente quijotesca: “Esas altas torres blancas, que giraban como ventiladores gigantes”. Además, en ese libro descubrió una verdad reveladora: “La energía nos rodea todos los días. A veces, lo único que necesitamos es reconvertirla en algo que nos resulte útil…”.
SÓLO AQUELLA AFIRMACIÓN, tan tajante como sugerente, le disparó. Además, según pudo leer, aquellos molinos proporcionaban luz y agua en abundancia sin parar por países de Europa y Oriente Próximo, mientras que en Malawi casi todo el mundo se acuesta cuando anochece. La razón es bien simple: para muchos no existe más luz que la que proporcionan las lámparas de queroseno. Y eso cuando uno se lo puede permitir, porque el combustible suele estar por las nubes.
Un molino era un tesoro. Un molino era la libertad. Dispondrían de luz eléctrica y, lo que es más importante, proporcionaría agua y riego para hacer más llevaderas las épocas de sequía. Así que William, sin dudarlo, decidió algo tan lógico como delirante: construir uno.
Su inglés era rudimentario, así que se buscó un diccionario con el que traducir aquel libro y otro titulado Explaining Physics sin perder detalle. Cuando bebió toda la teoría empezó con sus experimentos. Hubo varios intentos. Lo primero que hizo fue pensar en lo que necesitaba: hélices que fabricó con PVC, un motor que las hiciera rotar, ruedas y algo que se pareciera a un generador. Lo más difícil de construir fue el motor. Lo sacó de una radio a la que enchufó unos cables en el lugar de las pilas. Cuando lo tuvo instalado, su amigo Geoffrey, que había sido su cómplice en todo el proceso, le preguntó: “¿Y ahora qué hacemos?”. La respuesta era fácil. “Esperar a que sople el viento”, contestó William.
Con todo dispuesto, William construyó su artilugio en el campo. Sus hermanos, sus primos, sus amigos se reunieron a darle ánimo con un deseo: que aquel físico inventor autodidacto acertara y algún día apagaran la luz para dormir. Reforzó con clavos la estructura de madera de bambú. Colocó la dinamo y la rueda. Enchufó los cables a los motores rudimentarios. Movió las hélices y… todo se iluminó.
No tardó cada habitante del pueblo en conocer la hazaña. Aquel “helicóptero que hacía luz”, decían. El invento fue creciendo, William acabó hasta cargando los teléfonos móviles de todo el mundo que se lo pedía, y la fama de este chico de 19 años se expandió como el halo de luz que había creado. Los periódicos empezaron a curiosear. Primero, el Daily Times local; después, la prensa internacional. Todos relataban la historia de un muchacho genial que consiguió el avance tecnológico más asombroso entre los suyos.
Ahora ha viajado a Estados Unidos y termina su libro con la ayuda del escritor Bryan Mealer. Su inglés es más que aceptable y hoy está becado para comenzar este mes de septiembre un curso en la African Leadership Academy de Suráfrica, una escuela para mentes brillantes del continente que han impulsado, entre otros, Nelson Mandela y Wangari Maathai, la keniana que también ganó el Nobel de la Paz.

El mas bello y zen manifiesto que he leído jamás...

En busca de la verdad

LA TIERRA NO PERTENECE AL HOMBRE

En 1855, el jefe indio Sealth pronunció un discurso dirigido al hombre blanco en el que se expresa la filosofía de la vida de su pueblo. Esta lección de ecología constituye el más bello mensaje sobre la naturaleza jamás escrito.



LA TIERRA NO PERTENECE AL HOMBRE


“¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.
Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlos?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidan esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.
Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros. El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino, también, representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos, y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano. Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás sólo un desierto.
No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo.
Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento, la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire.
El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire nos es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas. Por ello, consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.
Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo, al que nosotros matamos sólo para sobrevivir. ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.
Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo, Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubre un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que El les pertenece, lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan, pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para El y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que, por algún designio especial, les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de loas exuberantes colinas con cables parlantes.
¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.”